Mi revolución
La revolución, ante todo es INTERIOR
Yo la revolución la hago cada día en mi casa
El 12 M del 2012, estaba realizando un tratamiento en mi casa, ayudando a una chica a contactar con su propia verdad, con su ser esencial. En medio de la concentración, pues estaba realizando un Relight, oí que estaban volando helicópteros por encima de la ciudad y me hicieron recordar lo que estaba sucediendo en Pl. Catalunya y el movimiento indignados. En ese momento me di cuenta de que yo también estaba allí, que haciendo lo que estaba haciendo estaba ayudando a que otro mundo sea posible. Aunque la posición de actuación era diferente:
Yo no quiero una revolución centrada en las injusticias sociales. Quiero una revolución centrada en recordar quienes somos realmente.
Yo no quiero una revolución social. Quiero la revolución individual y que la social sea solo una consecuencia silenciosa y sentida.
Yo no quiero participar en la indignación colectiva. Quiero participar en el despertar de un corazón que empieza a amarse a sí mismo.
El único sufrimiento real es el olvido de uno mismo y a esto sí que me revoluciono cada día. Dedico mi vida entera a recordar y ayudar a que otros recuerden nuestra naturaleza infinita de luz y de amor. Ningún evento externo puede quebrantar la firmeza interior cuando recuerdas quien eres. Ningún dolor existe cuando sabes cómo amarte. Ninguna revolución tiene sentido si nadie más ejerce poder sobre ti, más que tu mismo.